martes, 19 de febrero de 2013

UNA IMAGEN



No es verdad que una imagen valga más de mil palabras. Menos aún cuando se trata de las palabras de un gran escritor como Henry James. En su libro “La humillación de los Northmore” publicado por Emecé –que dicho sea de paso, tiene un prólogo de Borges-  hablando sobre una pérdida, nos regala la siguiente imagen:

“Durante los primeros seis meses se preguntó qué era lo que ella misma podía hacer, y tuvo gran parte del tiempo la sensación de que caminaba al lado de un río de rápida corriente sobre el cual se alejaba flotando un objeto querido. Todo su instinto la empujaba a no dejarlo escapar, a no perderlo de vista, a apresurarse por la orilla y adelantarse a algún punto desde el cual pudiera extender el brazo y apresarlo, y salvarlo. ¡Ah!, sólo seguía flotando; lo mantenía a la vista, porque el río era largo, pero no descubría ningún punto adecuado para el rescate. Corrió, vigiló, vivió con su enorme miedo; y todo el tiempo, a medida que disminuía la distancia al mar, la correntada aumentaba perceptiblemente.”

                                                                       Lionel F. Klimkiewicz