sábado, 20 de octubre de 2012

LA PARTE OSCURA DEL SUEÑO

                                                               






En su seminario 14, titulado La lógica del fantasma, lacan retoma de manera novedosa la relación entre el ser y el pensar mediante una nueva formulación del vel alienante antes trabajado en el seminario 11. El resultado es un planteo riguroso de la lógica implicada en la inadecuación entre el ser y el pensamiento: inadecuación que relanzará la repetición de ese desencuentro. El cógito cartesiano una vez más es retomado por Lacan, y esta vez para, a partir de la ley de la dualidad de de Morgan, introducir una negación que produce una disyunción entre “o yo no pienso o yo no soy”. Del lado del “yo no pienso” se  ubica el Ello, un ser sin Yo, la Bedeutung como referente (objeto a), la falta y la determinación, entre otros conceptos. Del lado del “Yo no soy”, un pensar sin Yo, la pérdida, la bedeutung como significación (menos phi), la sobredeterminación, etc.
Ahora bien, la negación en juego implica que el “no” de la operación se aplica (rabinovich) sobre el Je y recae sobre el sujeto de la enunciación, y no sobre el sujeto del enunciado. Ese sujeto como Je es el conjunto vacío implícito en ambos conjuntos (el del ser y el del pensamiento).
Así es como en la articulación del “no soy” aparece lo esencial del Inconsciente y sus efectos, por ejemplo en la sorpresa que caracteriza toda formación del inconsciente. Lacan habla de un pensamiento que no es Je, como uno de los modos de nombrar al inconsciente.
Qué noticias tenemos de ese Je como conjunto vacío en la clínica? El sueño, vía regia de acceso al inconciente, nos da, según Lacan, una clave. Suele ocurrir que en el relato que realiza el soñante algo se manifiesta como siendo una interrupción, una laguna, una ruptura en el relato, y que Freud indica como debiendo ser restablecido como formando parte del sueño. Al comentar Lacan en la clase 7 un sueño trabajado por Freud en la Traumdeutung indica que “ es en tanto que el análisis por su trabajo viene a invertir esa relación que hacia de todo lo que era del orden del estatuto del sujeto de su No Soy un campo vacío, un sujeto no identificable, va a aparecer el fracaso de la articulación de la Bedeutung sexual”, mostrando la radical inadecuación del pensamiento a la realidad del sexo. Retoma así Lacan lo trabajado en el seminario 6, clase 8, cuando dijo “Lo que enunciamos al producir el enunciado del sueño, es algo que está dado, en la misma forma bajo la cual nosotros la producimos a partir del momento en que contamos nuestro sueño a algún otro, ese punto de interrogación que no es cualquiera, que supone que algo está bajo ese sueño, de lo cual ese sueño es significante. Quiero decir, podemos escribir esto en nuestra formalización, que se trata de una enunciación, de un enunciado, que tiene él mismo un índice de enunciación, E(e) “. Asimismo, el afecto en juego en un sueño, por ser su característica, marcará un rasgo de la posición del sujeto con relación a su ser.
Pero sabemos que, durmiendo o no, el sujeto siempre puede alegar: “esto no es más que un sueño”. Si es mientras duerme, viene a su ayuda el preconciente, que representa el deseo de dormir, y si es en la realidad, será alguna fantasía lista para ser utilizada de somnífero. Decir “esto no es más que un sueño” es el punto traicionero del teatro del sueño y del mundo de ficción, del cual el sujeto sería el único soporte y modo de existencia. Es la consistencia otorgada a ese sujeto en tanto que ve, es decir, en tanto que no tiene más que la geometría de la visión, que permite el ocultamiento del objeto mirada en tanto punto ciego de la visión que desagrega el campo del narcisismo. Chuang Tzu puede decir que no sabe si es un hombre que sueña ser una mariposa o una mariposa que sueña ser un hombre, pero el punto es que en el Otro del significante nada puede decirle al sujeto “tú eres esto”, ya que habrá un resto que no puede ser dicho: el objeto  a. Esa es, como dice Freud con intuición sorprendente en el capítulo 6 de la Traumdeutung, “la parte oscura” del sueño, donde debe apoyarse la interpretación. Aquella donde el Ello afirma la falta de sujeto y donde se juega la imposibilidad en el inconsciente de articular: entonces Soy.


                                                 Lionel F. Klimkiewicz


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