En su seminario 14, titulado La lógica del fantasma, lacan retoma de
manera novedosa la relación entre el ser y el pensar mediante una nueva
formulación del vel alienante antes trabajado en el seminario 11. El resultado
es un planteo riguroso de la lógica implicada en la inadecuación entre el ser y
el pensamiento: inadecuación que relanzará la repetición de ese desencuentro.
El cógito cartesiano una vez más es retomado por Lacan, y esta vez para, a
partir de la ley de la dualidad de de Morgan, introducir una negación que
produce una disyunción entre “o yo no pienso o yo no soy”. Del lado del “yo no
pienso” se ubica el Ello, un ser sin Yo,
la Bedeutung como referente (objeto a), la falta y la determinación, entre
otros conceptos. Del lado del “Yo no soy”, un pensar sin Yo, la pérdida, la
bedeutung como significación (menos phi), la sobredeterminación, etc.
Ahora bien, la negación en juego implica que el
“no” de la operación se aplica (rabinovich) sobre el Je y recae sobre el sujeto
de la enunciación, y no sobre el sujeto del enunciado. Ese sujeto como Je es el
conjunto vacío implícito en ambos conjuntos (el del ser y el del pensamiento).
Así es como en la articulación del “no soy”
aparece lo esencial del Inconsciente y sus efectos, por ejemplo en la sorpresa
que caracteriza toda formación del inconsciente. Lacan habla de un pensamiento
que no es Je, como uno de los modos de nombrar al inconsciente.
Qué noticias tenemos de ese Je como conjunto
vacío en la clínica? El sueño, vía regia de acceso al inconciente, nos da,
según Lacan, una clave. Suele ocurrir que en el relato que realiza el soñante
algo se manifiesta como siendo una interrupción, una laguna, una ruptura en el
relato, y que Freud indica como debiendo ser restablecido como formando parte
del sueño. Al comentar Lacan en la clase 7 un sueño trabajado por Freud en la
Traumdeutung indica que “ es en tanto que el análisis por su trabajo viene a
invertir esa relación que hacia de todo lo que era del orden del estatuto del
sujeto de su No Soy un campo vacío, un sujeto no identificable, va a aparecer
el fracaso de la articulación de la Bedeutung sexual”, mostrando la radical
inadecuación del pensamiento a la realidad del sexo. Retoma así Lacan lo
trabajado en el seminario 6, clase 8, cuando dijo “Lo que enunciamos al
producir el enunciado del sueño, es algo que está dado, en la misma forma bajo
la cual nosotros la producimos a partir del momento en que contamos nuestro
sueño a algún otro, ese punto de interrogación que no es cualquiera, que supone
que algo está bajo ese sueño, de lo cual ese sueño es significante. Quiero
decir, podemos escribir esto en nuestra formalización, que se trata de una
enunciación, de un enunciado, que tiene él mismo un índice de enunciación, E(e)
“. Asimismo, el afecto en juego en un sueño, por ser su característica, marcará
un rasgo de la posición del sujeto con relación a su ser.
Pero sabemos que, durmiendo o no, el sujeto
siempre puede alegar: “esto no es más que un sueño”. Si es mientras duerme,
viene a su ayuda el preconciente, que representa el deseo de dormir, y si es en
la realidad, será alguna fantasía lista para ser utilizada de somnífero. Decir
“esto no es más que un sueño” es el punto traicionero del teatro del sueño y
del mundo de ficción, del cual el sujeto sería el único soporte y modo de
existencia. Es la consistencia otorgada a ese sujeto en tanto que ve, es decir,
en tanto que no tiene más que la geometría de la visión, que permite el
ocultamiento del objeto mirada en tanto punto ciego de la visión que desagrega
el campo del narcisismo. Chuang Tzu puede decir que no sabe si es un hombre que
sueña ser una mariposa o una mariposa que sueña ser un hombre, pero el punto es
que en el Otro del significante nada puede decirle al sujeto “tú eres esto”, ya
que habrá un resto que no puede ser dicho: el objeto a. Esa es, como dice Freud con intuición
sorprendente en el capítulo 6 de la Traumdeutung, “la parte oscura” del
sueño, donde debe apoyarse la interpretación. Aquella donde el Ello afirma la
falta de sujeto y donde se juega la imposibilidad en el inconsciente de
articular: entonces Soy.
Lionel
F. Klimkiewicz
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