La desigualdad social en el mundo
está llegando a límites insospechados. Las crisis financieras y los modelos de
ajuste siguen agrandando la brecha entre los que más tienen y los que menos
tienen. Acceder entonces en los tiempos
que corren a un sustento económico digno se hace cada vez más difícil.
Este conjunto de lamentables pero
verdaderas frases hechas me permiten fundamentar una idea que quiero proponer a
todo aquel que sepa leer y escribir (por suerte el 90% de Latinoamérica está alfabetizada)
para que pueda acceder a ganar grandes sumas de dinero de una manera muy
sencilla.
Lo
que le propongo es que usted se anime a escribir un libro de autoayuda. Y como
por sobre todo me considero un hombre generoso, además de esta idea, le voy a
dar los tips (sí, comience a acostumbrarse a usar términos en inglés, ya verá
por qué) fundamentales para llevarla a cabo, es decir, voy a enunciar los
grandes puntos que no deben faltar en un libro de autoayuda que se precie de
tal. Se entiende? Se trata de escribir un verdadero libro de autoayuda, es
decir, que el único recompensado será usted!
Preste
atención, que aquí van:
-La idea de la que usted debe partir y nunca
olvidar en el transcurso del libro es tan básica y rústica como loca y equivocada, y se puede enunciar
así: “ser feliz es posible y es un derecho”. Ojo! Aquí no se trata de si usted
está de acuerdo con ella o no, en todo caso, los fundamentos morales del asunto
los trataremos más adelante. Pero le voy adelantando algo: si el Sri Sri Ravi
Shankar puede vender aire, por qué usted no va a poder vender humo???
-Usted puede elegir una temática específica,
como “el amor y el matrimonio” o una más general como “una existencia sin
sufrimientos” o “su vida puede cambiar”. Quédese tranquilo, porque sea como
sea, el libro debe ser corto, digamos no más de 200 páginas, ya que la gente
que lee estas cosas no suele leer mucho ni cosas interesantes (si no, no
estarían leyendo un libro así, por supuesto) y menos libros largos, ya sea
porque se aburren o porque necesitan una solución rápida a sus problemas. Tampoco
haga ediciones caras, ya que nadie gasta mucho dinero en un libro de estos.
-Divida el libro en varios capítulos, haciendo
que cada uno de ellos no dure más que una o dos páginas. La idea es que cada
capítulo se pueda leer en cualquier circunstancia y muy rápidamente: en el
subte, el baño, la playa, salas de espera, filas de bancos, etc. No olvide que
leer estas cosas no requiere gran concentración sino que requieren comodidad
(comodidad: no olvide esa palabra)
Titule los capítulos de manera
llamativa, sin importar que sea burda. Le doy unos ejemplos: si su libro se
trata del amor puede subtitular así: “el amor y la autoestima”, “El amor no
tiene edad”, “la búsqueda del amor”, “el amor y la soledad”, “las culpas del
amor”, “el secreto de las relaciones plenas”, “el amor y las diferencias”, “el
miedo a amar”, “el valor del amor”, “la vida sin amor”, etc. Si trata de la
superación personal podrían ser “usted puede”, “aprender de los fracasos”, “el
miedo a la frustración”, “la confianza en sí mismo”, “cómo lo lograron otros”
(no deje de nombrar a Steve Jobs, que está de última moda), “nuestras aptitudes
ocultas”, etc. Si usted va a proponer un “camino espiritual” podría rotular:
“los sufrimientos de la vida”, “un camino diferente”, “la salvación en nuestro
ser” “una luz infinita”, “descubriéndose a sí mismo”, “la paz interior”,”los
diez pensamientos sanadores”, etc.
-Los recursos retóricos que usted vaya a
utilizar son fundamentales. Tenga en cuenta que lo esencial es lograr
credibilidad, y esta se alcanza realizando un discurso ordenado, coherente,
claro. (no se va a poner barroco justo en estas cosas!). Utilice muchas
imágenes y comparaciones, ya que sirven para llenar páginas y requieren un
coeficiente intelectual menor del lector que el de entender metáforas
remilgadas, incluso también es mejor el uso de alegorías, que sería algo así
como una metáfora ampliada. El uso de repeticiones y anáforas es indicado, así
como también el de sentencias y proverbios. No olvide recurrir a argumentos
pragmáticos, que son aquellos que miden los alcances de cualquier acción por
sus efectos.
Siempre podrá inventar o sacar de algún lado un
cuentito, una parábola, una leyenda, una fábula que permita graficar su idea. No
dude en intercalar alguna de estas cada 15 o 20 páginas ya que tienen el
agregado de que remitirá al lector muchas veces a recordar los cuentos de su
infancia, además de atribuirle a usted una idea y un saber que no le pertenece.
-Otro punto importante es el uso de la citas ya
que en lo posible debe haber una por capítulo para acrecentar una supuesta idea
de erudición y credibilidad. Las citas pueden ser de dos clases: por un lado
frases de algún sabio oriental u occidental, cuanto más alejado en el tiempo
mejor (Séneca, Cicerón, Montaigne), si
no las sabe busque en alguna página de Internet de frases célebres, y por el
otro las originadas en algún estudio científico realizado en EEUU o Europa, de
esos que investigan obviedades (por ejemplo “En un estudio realizado en la
universidad de Massachussets en el año 2010 descubrieron que el 80% de las
personas comprendidas entre los 30 y los 50 años de edad y que no consumen
alcohol más de dos veces por semana en algún momento de su existencia pensaron
que la vida es difícil”). Nunca debe realizar una cita extensa de un autor serio, no vaya a ser cosa que el
lector termine leyendo a alguien que dice las cosas mejor que usted.
-Más allá de lo que trate el libro y de lo que
usted escriba, hay palabras que no debe olvidar de repetir constantemente. Le
doy algunas de esas que son multiuso: felicidad, secreto, autoestima, poder,
querer, amar, éxito, logro, frustración, sufrimiento, compartir, etc. Suelen
tener mucho efecto también en estos tiempos la utilización de términos
originados en la ciencia económica: beneficio, desarrollo, ganancia, creativo,
competencia, elasticidad, valor, CEO, motivado, innovador. Deberá también utilizar
términos en otro idioma, pero no de cualquier modo. Si usted escribe sobre lo
que podríamos llamar las “aptitudes positivas” deberá utilizar mayormente
términos en inglés (empowerment, input, out, performance, Management, planning,
markup, post, backup); en cambio, si su
libro va a tener un tinte más esotérico, deberá optar por términos orientales
(dharma, karma, kenosis, mantra, nirvana, wu wei, shu, ). Atención: no use
términos en latín o griego, que son demasiado remilgados para estas cuestiones.
-Fundamental es intercalar recomendaciones y
técnicas para lograr el fin buscado: sentirse mejor, amar plenamente, alcanzar
el poder que está dentro de nosotros, sanar el corazón, tener una sexualidad
creativa, tener un pensamiento estratégico o currarle al prójimo. Estas deben
ser escritas de modo concreto y simple como si fueran recetas de cocina (como
ésta que le estoy dando yo, no se dio cuenta?). Hágalo sin prejuicio,
aggiórnese a los tiempos que corren, en donde a todo el mundo parece que le
gusta cocinar y los chefs pasaron a ser
artistas (qué notable! Cientos de años atrás solo cocinaban los esclavos… ah!
Por momentos la evolución del hombre me conmueve…).
La base de estas técnicas-recetas –suelen ser
la clave de esas rama más específica llamada “libros de superación personal”-
está en la apelación a la voluntad, algo así como dejar implícito que “el que
quiere puede”. Esto tiene una ventaja importante que es que si el lector no
puede, la culpa queda toda del lado de él, y sus consejos y técnicas quedan exentas
de cualquier juicio de valor. Esta es una fórmula harto eficaz, porque quién no
siente un poco de culpa en su vida?? En síntesis, si el libro no ayuda es por
culpa del lector, no suya, me entiende?
-Si el libro tiene una temática espiritual,
deberá distinguir entre el Yo y el Ego. Pero no se asuste, no hace falta que se
ponga a pensar demasiado al respecto ni que se ponga a estudiar las obras
completas de Freud y de Lacan porque se va a embrollar. Solo haga como los
otros y diga que el Yo es lo más propio, lo interior, lo más profundo de nuestro ser, y el Ego lo más ego-ísta, que
sería aquello de lo que el lector se debería desprender, junto con el dinero
para pagar su libro.
-Es verdad que si usted trabaja en algún medio
de comunicación le será más fácil darse a conocer, así que si carece de esta
ventaja busque algún modo de hacerlo o invéntese una historia truculenta de la
que se supone haya salido victorioso. Lo fundamental es que usted siempre pueda
decir “nunca quise escribir un libro, pero me sentí en la necesidad de
transmitir mi experiencia y lo sentí como un desafío que me planteo la vida”.
En algunas situaciones suma varios puntos realizarse una cirugía estética que
lo muestre más joven, como para que su imagen sea la representante de su cambio
y su éxito.
Por último, y retomando lo que le
decía en un principio sobre los fundamentos morales del asunto, no se preocupe
mucho… seguramente gente como Paulo Coelho, Stemateas, Ari Paluch, Liliana
Canosa, Pilar Sordó, Bucay, Guillermo Andino, Leo Buscaglia, Claudio María
Domínguez, Ravi Shankar, que son los que escriben estos libros muy, muy, muy en serio, se lo
van a saber perdonar…
¡Esto es mejor que Capusotto!
ResponderEliminarMe hizo reir mucho, como cuando leí el Alquimista y pensé en cavar el patio!