sábado, 15 de septiembre de 2012

AUTOAYUDA: HÁGASE MILLONARIO!


                                                                

    
La desigualdad social en el mundo está llegando a límites insospechados. Las crisis financieras y los modelos de ajuste siguen agrandando la brecha entre los que más tienen y los que menos tienen. Acceder entonces  en los tiempos que corren a un sustento económico digno se hace cada vez más difícil.
Este conjunto de lamentables pero verdaderas frases hechas me permiten fundamentar una idea que quiero proponer a todo aquel que sepa leer y escribir (por suerte el 90% de Latinoamérica está alfabetizada) para que pueda acceder a ganar grandes sumas de dinero de una manera muy sencilla.
          Lo que le propongo es que usted se anime a escribir un libro de autoayuda. Y como por sobre todo me considero un hombre generoso, además de esta idea, le voy a dar los tips (sí, comience a acostumbrarse a usar términos en inglés, ya verá por qué) fundamentales para llevarla a cabo, es decir, voy a enunciar los grandes puntos que no deben faltar en un libro de autoayuda que se precie de tal. Se entiende? Se trata de escribir un verdadero libro de autoayuda, es decir, que el único recompensado será usted!
          Preste atención, que aquí van:

-La idea de la que usted debe partir y nunca olvidar en el transcurso del libro es tan básica y rústica  como loca y equivocada, y se puede enunciar así: “ser feliz es posible y es un derecho”. Ojo! Aquí no se trata de si usted está de acuerdo con ella o no, en todo caso, los fundamentos morales del asunto los trataremos más adelante. Pero le voy adelantando algo: si el Sri Sri Ravi Shankar puede vender aire, por qué usted no va a poder vender humo???

-Usted puede elegir una temática específica, como “el amor y el matrimonio” o una más general como “una existencia sin sufrimientos” o “su vida puede cambiar”. Quédese tranquilo, porque sea como sea, el libro debe ser corto, digamos no más de 200 páginas, ya que la gente que lee estas cosas no suele leer mucho ni cosas interesantes (si no, no estarían leyendo un libro así, por supuesto) y menos libros largos, ya sea porque se aburren o porque necesitan una solución rápida a sus problemas. Tampoco haga ediciones caras, ya que nadie gasta mucho dinero en un libro de estos.

-Divida el libro en varios capítulos, haciendo que cada uno de ellos no dure más que una o dos páginas. La idea es que cada capítulo se pueda leer en cualquier circunstancia y muy rápidamente: en el subte, el baño, la playa, salas de espera, filas de bancos, etc. No olvide que leer estas cosas no requiere gran concentración sino que requieren comodidad (comodidad: no olvide esa palabra)
Titule los capítulos de manera llamativa, sin importar que sea burda. Le doy unos ejemplos: si su libro se trata del amor puede subtitular así: “el amor y la autoestima”, “El amor no tiene edad”, “la búsqueda del amor”, “el amor y la soledad”, “las culpas del amor”, “el secreto de las relaciones plenas”, “el amor y las diferencias”, “el miedo a amar”, “el valor del amor”, “la vida sin amor”, etc. Si trata de la superación personal podrían ser “usted puede”, “aprender de los fracasos”, “el miedo a la frustración”, “la confianza en sí mismo”, “cómo lo lograron otros” (no deje de nombrar a Steve Jobs, que está de última moda), “nuestras aptitudes ocultas”, etc. Si usted va a proponer un “camino espiritual” podría rotular: “los sufrimientos de la vida”, “un camino diferente”, “la salvación en nuestro ser” “una luz infinita”, “descubriéndose a sí mismo”, “la paz interior”,”los diez pensamientos sanadores”, etc.

-Los recursos retóricos que usted vaya a utilizar son fundamentales. Tenga en cuenta que lo esencial es lograr credibilidad, y esta se alcanza realizando un discurso ordenado, coherente, claro. (no se va a poner barroco justo en estas cosas!). Utilice muchas imágenes y comparaciones, ya que sirven para llenar páginas y requieren un coeficiente intelectual menor del lector que el de entender metáforas remilgadas, incluso también es mejor el uso de alegorías, que sería algo así como una metáfora ampliada. El uso de repeticiones y anáforas es indicado, así como también el de sentencias y proverbios. No olvide recurrir a argumentos pragmáticos, que son aquellos que miden los alcances de cualquier acción por sus efectos.
Siempre podrá inventar o sacar de algún lado un cuentito, una parábola, una leyenda, una fábula que permita graficar su idea. No dude en intercalar alguna de estas cada 15 o 20 páginas ya que tienen el agregado de que remitirá al lector muchas veces a recordar los cuentos de su infancia, además de atribuirle a usted una idea y un saber que no le pertenece.

-Otro punto importante es el uso de la citas ya que en lo posible debe haber una por capítulo para acrecentar una supuesta idea de erudición y credibilidad. Las citas pueden ser de dos clases: por un lado frases de algún sabio oriental u occidental, cuanto más alejado en el tiempo mejor (Séneca, Cicerón, Montaigne),  si no las sabe busque en alguna página de Internet de frases célebres, y por el otro las originadas en algún estudio científico realizado en EEUU o Europa, de esos que investigan obviedades (por ejemplo “En un estudio realizado en la universidad de Massachussets en el año 2010 descubrieron que el 80% de las personas comprendidas entre los 30 y los 50 años de edad y que no consumen alcohol más de dos veces por semana en algún momento de su existencia pensaron que la vida es difícil”). Nunca debe realizar una cita extensa de  un autor serio, no vaya a ser cosa que el lector termine leyendo a alguien que dice las cosas mejor que usted.

-Más allá de lo que trate el libro y de lo que usted escriba, hay palabras que no debe olvidar de repetir constantemente. Le doy algunas de esas que son multiuso: felicidad, secreto, autoestima, poder, querer, amar, éxito, logro, frustración, sufrimiento, compartir, etc. Suelen tener mucho efecto también en estos tiempos la utilización de términos originados en la ciencia económica: beneficio, desarrollo, ganancia, creativo, competencia, elasticidad, valor, CEO, motivado, innovador. Deberá también utilizar términos en otro idioma, pero no de cualquier modo. Si usted escribe sobre lo que podríamos llamar las “aptitudes positivas” deberá utilizar mayormente términos en inglés (empowerment, input, out, performance, Management, planning,  markup, post, backup); en cambio, si su libro va a tener un tinte más esotérico, deberá optar por términos orientales (dharma, karma, kenosis, mantra, nirvana, wu wei, shu, ). Atención: no use términos en latín o griego, que son demasiado remilgados para estas cuestiones.

-Fundamental es intercalar recomendaciones y técnicas para lograr el fin buscado: sentirse mejor, amar plenamente, alcanzar el poder que está dentro de nosotros, sanar el corazón, tener una sexualidad creativa, tener un pensamiento estratégico o currarle al prójimo. Estas deben ser escritas de modo concreto y simple como si fueran recetas de cocina (como ésta que le estoy dando yo, no se dio cuenta?). Hágalo sin prejuicio, aggiórnese a los tiempos que corren, en donde a todo el mundo parece que le gusta cocinar y  los chefs pasaron a ser artistas (qué notable! Cientos de años atrás solo cocinaban los esclavos… ah! Por momentos la evolución del hombre me conmueve…).
La base de estas técnicas-recetas –suelen ser la clave de esas rama más específica llamada “libros de superación personal”- está en la apelación a la voluntad, algo así como dejar implícito que “el que quiere puede”. Esto tiene una ventaja importante que es que si el lector no puede, la culpa queda toda del lado de él, y sus consejos y técnicas quedan exentas de cualquier juicio de valor. Esta es una fórmula harto eficaz, porque quién no siente un poco de culpa en su vida?? En síntesis, si el libro no ayuda es por culpa del lector, no suya, me entiende?

-Si el libro tiene una temática espiritual, deberá distinguir entre el Yo y el Ego. Pero no se asuste, no hace falta que se ponga a pensar demasiado al respecto ni que se ponga a estudiar las obras completas de Freud y de Lacan porque se va a embrollar. Solo haga como los otros y diga que el Yo es lo más propio, lo interior, lo más profundo  de nuestro ser, y el Ego lo más ego-ísta, que sería aquello de lo que el lector se debería desprender, junto con el dinero para pagar su libro.

-Es verdad que si usted trabaja en algún medio de comunicación le será más fácil darse a conocer, así que si carece de esta ventaja busque algún modo de hacerlo o invéntese una historia truculenta de la que se supone haya salido victorioso. Lo fundamental es que usted siempre pueda decir “nunca quise escribir un libro, pero me sentí en la necesidad de transmitir mi experiencia y lo sentí como un desafío que me planteo la vida”. En algunas situaciones suma varios puntos realizarse una cirugía estética que lo muestre más joven, como para que su imagen sea la representante de su cambio y su éxito.

Por último, y retomando lo que le decía en un principio sobre los fundamentos morales del asunto, no se preocupe mucho… seguramente gente como Paulo Coelho, Stemateas, Ari Paluch, Liliana Canosa, Pilar Sordó, Bucay, Guillermo Andino, Leo Buscaglia, Claudio María Domínguez, Ravi Shankar, que son los que escriben estos libros muy, muy, muy en serio, se lo van a saber perdonar…


1 comentario:

  1. ¡Esto es mejor que Capusotto!
    Me hizo reir mucho, como cuando leí el Alquimista y pensé en cavar el patio!

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