sábado, 18 de agosto de 2012

SAN MARTÍN: LO DEMÁS NO IMPORTA NADA


                                                          

                
 En la película REVOLUCIÓN, estrenada el año pasado, y que  se centra principalmente en el cruce de los Andes realizado por el general San Martín y su ejército, hay una emotiva escena en donde el padre de la patria realiza una arenga a sus soldados antes de la batalla, y de la cual el spot publicitario que circula por los canales de aire de la tv recorta una frase muy contundente: “seamos libres, que lo demás no importa nada!”.
Tal vez sea cierto que San Martín haya dicho esas palabras a sus soldados antes de la batalla en Chile, no hay por qué dudar ya que en realidad fueron escritas tiempo después por él antes de entrar al Perú con su ejército.
La historia dice que una vez liberado Chile, San Martín vuelve a Buenos Aires para pedir el dinero que le permita continuar con la campaña al Alto Perú. Solo termina recibiendo la mitad de lo necesario y cuando se disponía a comenzar la campaña recibe la orden del Directorio de dirigirse hacia el Litoral a combatir a los Federales. Conocida es la negativa de Don José, quien se niega a derramar sangre de compatriotas. Casi sin apoyo entonces continúa ultimando los detalles del asalto final al ejército realista en Lima. Es en ese momento cuando emite el siguiente documento para sus soldados:
“Orden general del 18 de julio de 1819:
Compañeros del Ejército de los Andes: ya no queda duda de que una fuerte expedición española viene a atacarnos, sin duda alguna los gallegos creen que estamos cansados de pelear y que nuestros sables y bayonetas ya no cortan ni ensartan; vamos a desengañarlos. La guerra se la tenemos que hacer del modo que podamos, si no tenemos dinero, carne y un trozo de tabaco no nos ha de faltar; cuando se acaben los vestuarios nos vestiremos con las bayetitas que nos trabajan nuestras mujeres y si no, andaremos en pelotas como nuestros paisanos los indios. Seamos libres y lo demás no importa nada. La muerte es mejor que ser esclavo de los maturrangos. Compañeros, juremos no dejar las armas de la mano hasta ver el país enteramente libre o morir con ellas como hombres de coraje. Muerte es mejor que ser esclavo de los maturrangos!”

Ese hombre que era capaz de hablar de esa manera a sus soldados, era al mismo tiempo un gran lector en francés, latín e inglés. Solía incluso leerles a sus hombres, muchos de ellos analfabetos, fragmentos de obras clásicas acompañados de las correspondientes explicaciones.
Gran apasionado de los libros, sabía muy bien expresar sus ideas cuando escribía. Este párrafo de su decreto de creación de la biblioteca nacional en Perú así lo muestra:
“Convencido sin duda el gobierno español de que la ignorancia es la columna más firme del despotismo, puso las más fuertes trabas a la ilustración de los americanos, manteniendo su pensamiento encadenado para impedir que adquiriese el conocimiento de su dignidad. Semejante sistema era muy adecuado a su política; pero los gobiernos libres, que se han erigido sobre las ruinas de la tiranía, deben adoptar otro enteramente distinto, dejando seguir a los hombres y a los pueblos su natural impulso hacia la perfectibilidad.”

          Sobre San Martín hay mucho escrito, pero cualquier biografía muestra que lo impactante de su vida no fueron solo sus hazañas militares sino que ellas se sostenían en su infatigable y arrolladora manera de hacer acto sus palabras.


por LIONEL KLIMKIEWICZ

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